7 de julio de 2009

La ensalada


Recordando, la veo a ella haciendo de comer, poniendo la mesa, llamando insistentemente para que se sienten, verificando que todos tienen de beber, y en algún momento, quizá después de haber adelantado la limpieza de la cocina se une a la mesa sirviendo más ensalada a quien le falta y por ultimo se sirve lo que queda de la ensalada; algunas tiras de lechuga, otras de cebolla, el aderezo del fondo, la aceituna que no se dejó pescar antes y aunque no le gustan mucho no se puede “derrochar” ¿queriendo decir tal vez a ella misma y al resto del mundo, que esa aceituna vale más que su propia satisfacción?.

Seguro este recuerdo les es familiar a muchos de ustedes, en realidad no puedo recordar si le gustan o no las aceitunas, pero lo que si no falla en mi memoria era su afán de querer ser la madre abnegada, la esposa amable y devota, siempre preocupada más por los demás que por ella misma. El autosacrificio era habitual en ella... con buenas intenciones, pero no siempre tener buenas intenciones resulta, a la larga, es un mensaje erróneo para un niño, no podemos enseñar que para satisfacernos, otros deben comerse las tiras de lechuga del fondo, es egoísta, no podemos crecer aprendiendo a aceptar lo que nos toque sin quejarnos o cambiarlo, llegando a creernos incluso que no merecemos nada bueno, es injusto, pero propiciamos y convivimos con actos de injusticia y egoísmo diariamente.

Analizar esto no significa que sé resolver el problema del mundo y de la sociedad en la que vivimos, incluso no he puesto en practica todos aquellos tips que pudiera escribirles en una gran lista para vivir en armonía y feliz, es demasiado difícil, porque a veces somos como un pez payaso y el miedo de salir de los corales; de lo tradicional, pero no siempre nos sentimos vulnerables y entonces somos Nemos; atrevidos, con iniciativas e incluso nadando hacia el fondo de la red para no seguir atrapados en lo que debe ser porque así ha sido siempre. Aunque la vida es en ocasiones impredecible las cosas pueden cambiar para mejor, podemos vivir en un mundo mejor, hacer realidad nuestros sueños, incluso aquellos que pensamos se nos han pasado, y creyendo que no los merecemos, aumentamos nuestras posibilidades de que pase.

La vida no cambia usando un manual de instrucciones, cambia cuando deseamos que cambie y actuamos para ello, cambia cuando las oportunidades se presentan, cuando no llegan las oportunidades pero mientras, trabajamos para correr riesgos, también cambia cuando nos dedicamos a conocernos y reconocemos que debemos corregir actitudes erróneas, aun así tal vez seas de los que te satisfaces sin importar quién se come la aceituna que no se dejó pescar y no te interese cambiarlo.

Pero lo cierto es que por cada acción hay una reacción igual u opuesta, enseñanzas que emitimos y posibles aprendizajes equívocos o acertados, así es como influimos en la vida de los demás, es a donde quiero llegar con este artículo, por ese motivo lo he escrito y hasta puedo sentirme orgullosa de ello, pero lo que deseo de esto es reconocer la necesidad de cambios y transmitirlo, hacer las cosas poco a poco. Esto no es un capricho y pienso que en mi visión no estoy sola, sé que alguien está frente a estas líneas, leyendo y quizá comprendiendo que no solo es sentarse frente la mesa y ver que parte de la ensalada se come la protagonista de esta historia, sino que estás construyendo vida, tú vida! saber que tus necesidades son tan importantes como la de los demás y cuando tus hijos crezcan y sean adultos y Padres no tendrán que renunciar a sí mismos para satisfacer a únicamente a otros, ni tendrán que actuar sin pensar en los demás.


28 de junio de 2009

BIENVENIDOS ...

Ni de Venus, ni de Marte, vivimos en La Tierra !!!

Todos queremos vivir felices y en paz, y dicho así a muchos puede parecer utópico, cuando menos, un sueño, pero por allí se empieza, puede ser el primer paso, actuando y persistiendo en el sueño se convierte en realidad.
No tenemos que conformarnos con lo que son las relaciones humanas hasta hoy día, son evidentes, los resultados nada satisfactorios de seguir repitiendo lo socialmente aceptado, lo que interesa a algunos, lo que molesta a otros, lo que a tantos parece "normal" y sus consecuencias en los individuos, los matrimonios, las familias, las poblaciones, los países, el mundo....
Hombres y mujeres, sí, somos seres distintos, pero ¿actuamos como si queremos vivir felizmente juntos en La Tierra?
Para ver cambios hay que cambiar en lo personal y a lo interno...hagamos el cambio!!!!